El producto es el servicio que damos al recabar información sobre las tareas que saben realizar los clientes y la puesta en contacto entre ellos. Al carecer de una forma física nos ahorramos un espacio de almacenaje así como los posibles embalajes y demás (a excepción de nuestro espacio para consumibles, etc ...).
El primer paso en el proceso productivo será la llegada de un cliente a nuestro local. Si se ha tenido conocimiento de la empresa a través de Internet o a través de cualquiera de los canales utilizados por nosotros, lo lógico será un contacto previo por e-mail o por teléfono. Se concertará una cita, en la cual conoceremos a nuestro cliente. Nos dirá que servicios busca, asi como cuales puede ofrecer. También aportará su curriculum.
Posteriormente, crearemos una ficha en la que aparecerá toda la información aportada por el cliente. Esta ficha será cotejada con otras fichas de clientes. Si conseguimos que esas actividades o servicios a realizar/recibir sean complementarias, mejor pero no es imprescindible. De hecho será muy interesante el poder relacionar a varias personas en un mismo círculo de realización/recepción.
En la medida de lo posible, concertamos una cita entre ambos clientes (puede ser en la misma oficina). Informamos a los clientes de los términos en que se ha de realizar el intercambio: valor de las horas de trabajo (recordemos que no tienen el mismo valor dependiendo del tipo de servicio a realizar), pautas a seguir, etc ....
Una vez que los servicios se han realizado, se les pide a los clientes que dejen una referencia sobre el servicio recibido para completar la ficha del cliente. Este "feedback" servirá como referencia para que futuros clientes (empresas o particulares) sepan de la calidad del servicio recibido.